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martes, 28 de junio de 2011

Ajo!



Quienes han tenido la ocasión de verla en directo dicen que la micropoetisa Ajo, pequeña como indican su nombre y su profesión, se crece en sus espectáculos.








Artista de la contracultura madrileña, también en Barcelona aumenta cada día el número de sus seguidores. De hecho, sus libros de micropoesía están entre los más vendidos en nuestras librerías desde hace años... Y ¡por fin ha salido la tercera entrega! Más poemas brevísimos llenos de humor, a veces mordaz, otras melancólico; reflexiones próximas al aforismo y versos desde lo cotidiano con los que resulta difícil no sentirse identificado o, al menos, esbozar una sonrisa. Por ejemplo:
Nunca salgo de mi asombro


sin mi sombrero.


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Historia de la Humanidad




De esclavo a súbdito,


de súbdito a ciudadano,


de ciudadano a cliente.


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Lavadora,


me recuerdas a mí


cuando centrifugas.
Esperamos que Ajo "se forre" con su tercer libro puesto que esta era su intención cuando dejó la fotografía para lanzarse a la micropoesía. O esto es lo que ella dice en su también reciente libro de fotografías: Bello Público. Reciente la edición, pero las fotografías fueron tomadas entre 1998 y 2003 desde la taquilla del madrileño teatro Alfil donde trabajaba. Fotos amateur que componen un álbum personal de personajes de lo más variopinto: gente del mundo del espectáculo, amigos, asiduos... No parece que las fotos tengan ninguna intención creativa ni artística ni quieran pasar a engrosar toda esta "cultura del archivo" tan en boga. Pero como con todo lo concerniente a Ajo, destilan poesía y personalidad. Será por este guiño constante al lector, será porque todos los retratados miran a cámara, a Ajo y a nosotros, sonrientes y cómplices, que el libro resulta tan addictivo como sus poemas posteriores.

martes, 21 de junio de 2011

Elogio de Giorgio Agamben

Acaba de aparecer en la editorial Pre-Textos el libro El sacramento del lenguaje, del filósofo italiano Giorgio Agamben (Roma, 1942), uno de los pensadores contemporáneos más interesantes.


En la rentrée de septiembre aparecerá en Anagrama Desnudez, y en otoño dos novedades del autor en italiano: la editorial Neri Pozza publicará Altissima povertà. Regole e forme di vita nel monachesimo (que también aparecerá en francés con el título La vie et ses règles, en Rivages), y Opus dei. Archeologia dell'ufizio, en Bollati Boringhieri.

Este especialista en Walter Benjamin y Heidegger está desarrollando una serie de libros titulada genéricamente Homo Sacer, una investigación en curso al que va añadiendo nuevos títulos, y que se ramifica por veredas sorprendentes como en el reciente El reino y la gloria, editado por Pre-Textos, en el que se anuncia el tomo final de la serie, que cada vez toma tintes teológicos más atrevidos, sobre la vida eterna...


Al que no le conozca, yo le recomendaría como entrada a su modo de escribir Profanaciones (Anagrama) con varios ensayos deliciosos como "Genio", donde se explica el secreto de las fiestas de cumpleaños, o la fascinación por los juguetes, o también Infancia e historia (Adriana Hidalgo).


En un proceder siempre cercano al lenguaje, a las palabras concretas y su vuelo por tiempos diferentes en un delirio etimológico controlado, al nudo entre filosofía, lingüística y teología, va tomando como testigos a los textos más curiosos, con una erudición atractiva, con muchos minicapítulos e interludios que hacen amena la lectura, incluso cuando se refiere a grandes masas conceptuales.


El sacramento del lenguaje se inicia con esta cita de Hermann Usener, pensador siempre citado en la reciente ola recuperadora de la figura de Aby Warburg:
De estos procesos ningún testigo nos informa, nuestra conciencia no nos ofrece ningún asidero. Nos ha quedado un único documento, tan mudo para el ignorante, como elocuente para el erúdito: el lenguaje
Y se concluye así:
La filosofía es... crítica del juramento de una manera constitutiva: cuestiona el vínculo sacramental que liga al hombre con el lenguaje, sin incurrir por ello en un hablar gratuito, sin caer en la vanidad de la palabra.
Vanidad que esta obra singular lleva treinta años conjurando tenazmente.


Jose, Laie Pau Claris